Un hombre vanidoso
- Sebastian Sanchez
- 1 may 2013
- 1 Min. de lectura

Era un hombre excepcionalmente vanidoso y que aún en las cosas más simples quería llamar la atención.
Se encontró con un joven y le dijo: – Tengo un tambor tan enorme que su sonido se puede escuchar a más de mil kilómetros.
El estudiante repuso sonriente: – Pues, amigo, yo tengo una vaca de tamaño tan descomunal que cuando anda y apoya las patas delanteras, luego tarda todo un día en apoyar las patas traseras.
El hombre protestó: – ¡No puede haber vacas tan grandes!
Y el estudiante dijo: – ¿Ah no? – Entonces, dime, ¿de dónde crees que sacan la piel para hacer tu tambor?
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